Las calles de Roma se recorren con libro en mano, contando los siglos, comparando maquetas con ruinas, divagando entre Virgilio y Horacio. De los proverbios latinos, mi preferido es Memento Mori, ¡Recuerda que morirás!. La leyenda dice que cada vez que un general victorioso entraba a Roma, un esclavo lo seguía con esta frase, recordándole que no era un dios, sino un hombre como los demás. Y así, como simples mortales murieron Julio Cesar y ciento treinta emperadores de nueve dinastías. También murió el Imperio. Pero no Roma, la primer gran metrópoli, ni sus monumentos desde los cuales se exportó el latín y se impusieron las leyes, los acueductos y el cristianismo. La romanización perdura, nos hace volver una y otra vez, seguimos amando con Ovidio, honorando eternamente la primera globalización de la historia.
Nadia, tu sitio me ha permitido viajar por los diferentes países del mundo. Me encantan las fotos que ilustran tus experiencias. ¡Tu blog es original y un placer leerlo!
– Marine Hardy, alumna del LDM
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