Beijing, Ciudad prohibida. Entro por la puerta de la Suprema Armonía, salgo por la del Valor espiritual. Entre las dos, recorro los palacios de la Eterna longevidad, la Felicidad universal la Pureza celestial, la Tranquilidad benevolente, … solo que no hay tal tranquilidad, miles de chinos me acompañan, amontonados, maravillados con la arquitectura, con el…
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